Respetando la diversidad

Si se observa detenidamente a todas las personas, se puede ver fácilmente que son diferentes: tienen diferentes colores de pelo, ojos, piel, diferente estatura, peso, forma, tienen diferentes gustos, diferentes conocimientos y habilidades. Eso es lo que hace a la humanidad tan valiosa. Se dice que la humanidad es diversa con iguales derechos. Hay una frase que resume muy bien esta idea: “Las personas son igualmente diferentes”. Es decir que si una persona tiene edad, color de piel o apariencia física diferente a la mayoría de la población de un país, esto no es motivo para que tengan menos valor o menos oportunidades para desarrollarse.

Estas diferencias hacen que el intercambio entre las personas sea una experiencia gratificante y estimulante, gracias a las diferencias podemos aprender todos los días de las demás personas y nos complementamos con las habilidades, conocimientos y forma de ser de quienes nos rodean. Lamentablemente estas mismas diferencias han dado lugar a que algunos grupos tengan conductas agresivas hacia otros, se burlen, hagan bromas o chistes, les ofrezcan o nieguen oportunidades a otros.

Esto da por resultado la discriminación de unos grupos por otros basados en las diferencias yen los estereotipos que construye la sociedad.

Por eso es muy importante que eduquemos a los niños y a las niñas desde la más temprana edad para que reconozcan las diferencias y las respeten. Por eso no debemos permitir que en el trato cotidiano hagan burlas, bromas o chistes que hagan sentir mal a alguien solo porque tiene alguna particularidad. Se debe fomentar un ambiente de respeto y tolerancia, donde todas las personas puedan convivir en armonía aunque sean diferentes.

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