Habilidades para la vida

La habilidad matemática es:

La habilidad para utilizar números y sus operaciones básicas, los símbolos y las formas de producir e interpretar informaciones para conocer más sobre aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad y para resolver problemas relacionados con la vida diaria y el mundo laboral.

Este apartado reúne una serie de propuestas por los facilitadores (as), sugerencias y actividades dirigidas a mejorar la competencia matemática. Las propuestas, insertas en el proceso de enseñanza/aprendizaje, tienen una doble dimensión, pues son complementarias y alternativas. Son complementarias porque, aplicadas junto a la actividad habitual que realiza el profesorado y a los recursos que ofrecen los libros de texto y demás materiales didácticos, suponen una nueva aproximación a los objetivos escolares de Primaria. Su rasgo distintivo es el de estar enfocadas a la aplicación de los conocimientos a contextos y situaciones de la vida cotidiana. Son alternativas porque el conjunto de propuestas, aunque está orientado a la consecución de los objetivos curriculares, plantea la actividad desde otro punto de vista, de manera que abre la puerta a una forma de enseñar y de aprender diferente.

Pero mientras que normalmente pasamos mucho tiempo aprendiendo (y enseñando) las respuestas del examen no solemos dedicarle ni un minuto a aprender (o enseñar) cómo controlar los nervios o cómo calmarlos. Nuestro sistema educativo no es neutro, no le presta la misma atención a todos los estilos de aprendizaje, ni valora por igual todas las inteligencias o capacidades. No hay más que mirar el horario de cualquier escolar para darse cuenta de que la escuela no le dedica el mismo tiempo a desarrollar la inteligencia corporal y la inteligencia lingüística, por poner un ejemplo. En cuanto a la inteligencia emocional (la capacidad de entender y controlar las emociones) la escuela simplemente la ignora. No es tanto que no la considere importante, es que su aprendizaje se da por supuesto. El colegio no hace más que reflejar la visión de la sociedad en su conjunto.

A nadie le extraña que un niño o niña tenga que hacer muchos ejercicios para aprender a resolver operaciones matemáticas, sin embargo, no nos planteamos la necesidad de adiestrar a nuestros niños y niñas en como prestar atención durante una conversación, por ejemplo, o concentrarse como lo hacen en la cultura oriental. Naturalmente, además, no sabemos cómo hacerlo. Mejor dicho, porque nunca lo hemos considerado parte de nuestra tarea no hemos aprendido a hacerlo.
Lo que se está planteando ahora por primera vez es que, de la misma manera que practicamos y desarrollamos la capacidad de escribir o la capacidad de hacer deporte podemos desarrollar y practicar el conjunto de capacidades que nos permiten relacionarnos de manera adecuada con el mundo exterior y con nosotros mismos.

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